La crioterapia aplicada a la eliminación de verrugas consiste en la aplicación de frío sobre la piel. Usualmente se utiliza un spray de nitrógeno líquido a muy baja temperatura que pulveriza este gas sobre la verruga y la congela. La congelación destruye de forma controlada la parte del tejido de la epidermis en la que está la verruga.
La congelación tiene los siguientes efectos:
- A nivel celular se rompe la membrana celular y se desnaturalizan sus lipoproteínas.
- A nivel vascular provoca una vasoconstricción seguida de vasodilatación. Hay un aumento de la permeabilidad capilar y en la parte de la piel afectada se forman trombos, con necrosis tisular e
isquemia.
La curación pasa por diversas fases:
1) Inmediatamente después de la pulverización del nitrógeno líquido la verruga y su perímetro queda de color
blanquecino a causa de la rápida congelación.
2) Al cabo de unas horas se empieza a formar un edema en parte de la piel donde hay la verruga congelada: se empieza a acumular líquido en el espacio tisular intercelular.
3) Se forma una ampolla con líquido seroso y hemorrágico al cabo de 12h a 24h después de la congelación. Esta ampolla se suele reventar a los dos o tres días, vaciándose de
líquido y aplanándose sobre la piel.
4) El trozo de piel de la ampolla forma una costra que se seca.
5) La regeneración celular de la piel hace que salte la costra y se cure la herida.
La congelación con nitrógeno líquido se emplea preferentemente para tratar los siguientes tipos de verrugas: verruga vulgar,
verrugas planas, verruga seborreica, papiloma plantar, molusco contagioso, queratosis actínica, léntigo senil y acrocordón.